Días transcurridos: 13
Kilómetros recorridos: 2.121
Trujillo es una ciudad especial. Fue fundada a principios del siglo XVI por Pizarro y desde entonces conserva su encanto colonial. Además, está rodeada por varios complejos arqueológicos de los Moche y los Chimú, y hay una linda playa llamada Huanchaco a unos cuantos kilómetros. Después del estrépito de Chiclayo, Trujillo nos pareció un lugar de ensueño.
Kilómetros recorridos: 2.121
Trujillo es una ciudad especial. Fue fundada a principios del siglo XVI por Pizarro y desde entonces conserva su encanto colonial. Además, está rodeada por varios complejos arqueológicos de los Moche y los Chimú, y hay una linda playa llamada Huanchaco a unos cuantos kilómetros. Después del estrépito de Chiclayo, Trujillo nos pareció un lugar de ensueño.
Tal vez lo que más me gustó de la parada, más que las casitas de colores y los lindos faroles, fueron las ruinas. Chan chan, una inmensa ciudad de adobe con más de 26 kilómetros de extensión fue impresionante. Así es Perú, impresionante. En cada esquina hay un montículo con una huaca, un entierro o una pirámide, y el trabajo para los arqueólogos parece ser infinito. Al comienzo, con cada lugar que visitaba, me preguntaba por qué yo no lo conocía, por qué no había oído hablar de él antes, por qué, estando tan cerca, jamás había pensado en visitarlo. Ahora entiendo que la promoción de estos lugares es difícil por la simple razón de que cada uno de ellos es más deslumbrante que el anterior.
El trabajo arqueológico hasta ahora empieza y, al recorrer esos enormes desiertos uno sólo alcanza a imaginar vagamente lo que allí se esconde. Será bueno entonces volver en unas cuantas décadas para ver los resultados; volver cuando quizá Machu Pichu ya no sea tan espectacular y lugares como Chan chan se lleven la corona. Por lo pronto, me alegra, al menos, haber percibido la magnitud del espectáculo y haber parado en estos pueblitos menos protagónicos, pero inmensamente ricos. A veces las mejores sorpresas están en lugares como estos y no en las monstruosas publicaciones folletinescas de siempre.
P.d. No he querido hablar de la comida porque creo que se merece un capítulo aparte. En todo caso, no se preocupen por mi alimentación. Entre papa a la huancaína, ceviche, mariscos y lomito salteado, mi estómago está más que satisfecho.
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